Y volví a volver

Y volví a volver. Casi un año después.

Estabilizada. Parece que finalmente dimos en el clavo con la medicación y de a poco a principios de año comencé a sentirme mejor.

También y probablemente tuvo que ver que, al hacerme nuevamente análisis de tiroides (me agotaba caminar dos cuadras al trabajo, por ejemplo y subí 8 kilos en 2 meses), me dieron un hipotiroidismo leve, y después de varios otros exámenes, finalmente mi endocrinóloga decidió que empezara a tomar Levotiroxina. Una dosis pequeñísima. Pero, increíblemente, mi ánimo pareció mejorar. Y es que sí, las tiroides son una de las cosas que se chequean cuando se sospecha un trastorno bipolar. Sólo que las mías siempre estuvieron normales, sin tumores y funcionando tranquilamente. Y, según leí, quizás pueda haber una relación entre las dos enfermedades.

Pero, en fin, la Levotiroxina pareció sacarme de esa eterna y leve depresión de una vez por todas y darme un poquito más de buen ánimo. No bajé de peso, pero tuve algunas mejoras y de a poco, me sentí algo mejor.
Claro, cuando me hago los análisis nuevamente, resulta que mi endocrinóloga se embarazó y no puedo consultar con ella, y el eterno problema con mi cortisol bajo y ya resuelto, vuelve a ser un tema y quien reemplaza a mi médica vuelve a indicarme un nuevo análisis de sangre. Por favor.

Y entonces, mi régimen de medicación ahora es nada más y nada menos que el siguiente (para quien le importe, y al que no, puede saltearse olímpicamente esta listita):


- Levotiroxina 50mg / día por la mañana en ayunas y 1/2 hora antes de comer
- Venlafaxina 75mg / día por la mañana
- Lamotrigina 400mg / día en dos tomas de 200mg por la mañana y por la noche
- Alprazolam 4mg / día en dos tomas de 2 mg por la mañana y por la noche
- Quetiapina 300mg / día por la noche
- Topiramato 100mg / día por la noche

Lindo régimen, ¿no? Es lo que me mantiene coherente y aparentemente sana para caminar entre la gente como una persona normal.

He sido ¿ascendida? a Coordinadora Pedagógica en mi trabajo. Fue algo rebuscada la forma en la que sucedió, pero sucedió al fin y estoy contenta. Debo admitir que me da miedo a veces; miedo de que sea mucho estrés, mucha presión y me pase lo mismo que el año pasado. Pero me gusta lo que hago, el ambiente de trabajo es distinto y mis jefes son muy contenedores.

Ahora, ¿qué me llevó a venir a escribir de nuevo? Claramente, una (o yo al menos) busca escribir cuando algo pasa. Y en este caso, cuando algo pasa en relación al tema sobre el que escribo. Creo que lo que me trajo de vuelta es la época del año, ciertos pequeños síntomas que voy sintiendo de a poco. Ver cómo otras personas, valientemente registran momentos de sus vidas sin esconderse detrás del anonimato, y yo, ni siquiera me atrevo a dar mi nombre de pila, ni nada.

Y últimamente, con la maldita y odiada (por mí) primavera, empecé a sentirme acelerada. Sospechosamente "contenta". Y se lo mencionaba a E. Y E. me decía que no está mal sentirse contenta. Como siempre me lo dijo y me lo dice. Creo que ya lo mencioné una vez. Y yo, que volví a decirle que sé diferenciar el estar contenta del estar "contenta". Es un tipo de "felicidad" o de "exaltación" que, si bien no hace que me sienta mal (todavía), sé que no es normal. Que no es por ninguna razón en particular. Y no es porque la felicidad deba tener una razón, sino porque hay síntomas que una conoce, que con el tiempo una va empezando a detectar desde mucho antes. Una ve venir las cosas con mucha más anticipación a la que puede verlas nuestrxs psiquiatras. Esa sensación de "felicidad/ exaltación/ satisfacción hacia la nada misma" repentina y súbita que hace que seas amable y bondadosa con todo el mundo.... se siente genial, pero no es "normal". Esas ganas de hablar y que quizás te des cuenta de que estás hablando un "poquito" más de lo que solés hacerlo, pero la gente todavía no se anima a decir nada, porque no es "para tanto", se siente genial, pero no es "normal". Y la misma parte que no es buena es la parte que se siente genial. Porque por más que sepamos que estamos yendo hacia arriba en la montaña rusa, sigue sintiéndose genial. Y lo único que haremos es comentarlo a nuestrxs psiquiatras, y eso con suerte. Yo lo hice, pero no sé si E. lo notó. Y E. está de viaje por un mes.

Y luego.... a veces.... Qué decir, soy cicladora rápida. Cicladora *muy* rápida. Supongo que incluso con los minúsculos síntomas se puede ciclar. Con lo cual, en estos días, hubo momentos en los que sentí una profunda tristeza sin razón. Simplemente un temido inicio de depresión en el que, por un momento, hubiera querido que E. no se fuera de viaje. Y digo esto en un momento en el cual he pasado un mes tranquilamente sin ir a sesión. No sé qué pasó. Simplemente fueron un par de días en los que, al estar sola conmigo misma, me sentía triste sin razón. Y luego, aquí estoy nuevamente! Seis de la mañana y con energías! Es común; adoro la madrugada; adoro ir a la cama a estas horas los fines de semana por más que sé el daño que hace al equilibrio mental que tanto se necesita para un bipolar. Pero.... no me drogo, no tomo alcohol, no tomo café (sólo soy adicta a la Coca Cola Light), no fumo, no soy promiscua, no dejo de tomar mi medicación nunca.... Qué tanto... no se puede ser perfecta en todo...

No sé si será parte de este estado de "aceleración anímica" pero he decidido que este blog dejará de ser privado. Y ya. NO están permitidos los comentarios agresivos, y acá y ahora aviso que los borro si así lo quiero. Si no les gusta, no me lean.

Sin otro particular, disfrutaré un ratito más de mi madrugada y supongo que después me iré a la cama con mi inseparable compañera felina.




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