El nombre de las cosas

Creo que probablemente se deba a que estoy increíblemente estresada por la carga de trabajo que tengo en este momento, pero cada vez tengo más huecos en la memoria. No encuentro las palabras. Se me escapa el nombre de las cosas como arena entre los dedos. Tengo que poner pausa, visualizar lo que quiero decir (la palabra que sea) y recién allí viene la palabra, el nombre de las cosas. Repito, quizás sea la presión laboral que sí existe, pero no me gusta nada.

Otra cosa que me está llamando mucho la atención es que me olvido de las ideas que voy a decir. Estoy hablando con alguien, pienso en algo que diré luego, y cuando voy a decirlo, lo olvidé. Pero son minutos de diferencia. No puedo mantener la mente focalizada en dos cosas distintas, como podía hacerlo hasta hace poco. Qué digo, podía mantener el foco en tres o cuatro cosas distintas y acordarme de todas. Ahora parezco tonta, como si no pudiera caminar y mascar chicle al mismo tiempo.

Y por último (.... lo olvidé... no, mentira; pero es así como sucede cuando sucede), estoy sintiendo que no entiendo lo que me dicen las personas. O no se expresan bien o yo no entiendo. Como mi madre me enseñó desde pequeña a sospechar de cuando la misma persona tiene el mismo problema con personas distintas, sospecho de mí, porque soy yo la que evidentemente está teniendo el problema con diferentes individuos. No lo sé, leo un email y simplemente no lo encuentro claro. Respondo para clarificar y en la respuesta, me parece que dijeran lo mismo y no me aclararan nada. Otra persona me envía un email y tampoco entiendo lo que me pide. Mi madre me explica algo y le digo que el otro día no me decía lo mismo y tenemos un malentendido. Evidentemente o ella se expresa mal, o a mí me pasa lo mismo: no le entiendo cómo dice las cosas.

Creo que tendré que llamar nuevamente a E. antes del viernes que viene. Me pasó la sesión de hoy viernes, para la semana próxima porque ella no podía y me quedé sin sesión justo un día en el que bien podría haberla aprovechado.

Espero no olvidarme de ir el viernes. Chiste!

Bla Bla Bla

Las responsabilidades en aumento. De los cuatro centros que tiene la empresa, los otros tres tienen dos personas que hacen lo que yo hago sola en el que yo trabajo. Y sí, a veces se me escapan cosas. A veces no llego con mi trabajo porque tengo que cubrir huecos. Lleva al estrés.

En general las fiestas tienden a llevarme a un estado de ánimo más depresivo, después de haber pasado por el típico "acelere" al empezar la primavera. Tuve una mis altos anímicos por septiembre pero nada terrible; no apareció nada parecido a un bajón en el estado de ánimo, y por el contrario, ahora muchos días estoy bastante acelerada. El viernes pasado tenía que ir a mi cita quincenal con mi psiquiatra para terapia, y no fui. Suelo hacerlo a veces (secreto porque sino, viene el consecuente sermón) y ella no llamó ni nada. No suele hacerlo tampoco. Así que ahora, a esperar quince días para ir de nuevo, a menos que esté demasiado pasada de ánimos y necesite ir antes.

Hoy, comentario en la cena, padre: "Intentá mantenerte en silencio por cinco o siete minutos y terminá de comer". Y sí, hablo, hablo mucho porque tengo muchas cosas para decir. Sé que hablo mucho, noto cierta incomodidad, siento una leve presión para hablar, ésa que se siente cuando comienza la hipomanía, pero que todavía no es molesta del todo, sino que es "disfrutable". No sé si será del todo disfrutable para la gente con la que trabajo, sobre todo porque hay gente con la que se supone que no hable yo, sino ellos. O que estemos concentrados en la oficina y no haga comentarios todo el tiempo.

Y no sé qué más. Sinceramente tampoco tengo muchas ganas de dormir. Aunque claro, cuando me tengo que despertar por la mañana sí tengo sueño pero puedo manejarme durante el día. Estoy cansada cuando vuelvo a la noche, pero ahora, 3 y media de la mañana, no tengo sueño en lo absoluto, medicación tomada y todo. Quizás un poco cansada pero no tengo ganas de dormir. Siento esa sensación de querer seguir..  Y estuve pensando en cuál de todos los medicamentos podría estar haciéndome engordar porque no me soporto más con este peso. Sé que iré a la endocrinóloga y veremos qué pasa, pero por qué no bajar la dosis de alguna medicación que podría estar haciéndome engordar. LO SÉ. No tengo que hacerlo sin consultar, pero son esas cosas en el límite que me tientan. Como escribir en la ventana de un psicoanalista que tuve, que abusó mentalmente de mí. Lo hice una vez en una crisis maníaca. Lo haría de nuevo si pudiera y estuviera lo suficientemente maníaca como para tener el valor. Son esas cosas que tientan hacer, que pasan por la cabeza y no parecen tan locas, tan descabelladas, pero no hacemos porque todavía nos queda la pizca de estabilidad que nos mantiene atadas al equilibrio aunque sea con una cinta.


Mixto? Ciclado rápido? Centrifugado?

Amanece otra vez. Como si fuera a dejar de hacerlo.

¿Mixta? ¿Cicladora ultra-rápida, como alguna vez lo fui, con síntomas no tan marcados?

Sólo sé que en algunos momentos, me siento bien, muy bien. Me siento satisfecha. Sin embargo, ya no me siento tan pero tan viva como lo sentía hace dos semanas. Y en otros momentos, como ahora, me siento triste. Sin razón alguna. Simplemente leo Facebook, miro la vida de los demás, cómo pasa delante de mis ojos, cómo sueño que estoy embarazada porque una de mis amigas está embarazada y a mí se me acaba el tiempo para tener un embarazo saludable, y me siento triste.

Pienso en lo "screwed up" que estoy... en el tiempo que ha pasado sin estar con alguien, en cómo ni siquiera recuerdo lo que se siente estar con alguien, en que no sé si me gustaría estar con alguien y en que, además de todo, no la tengo tan fácil como todo el mundo encontrando a ese alguien. No porque le tenga miedo al qué dirán. No porque la gente que me quiere no sepa que me gustan las chicas. Simplemente porque la cantidad de chicas a las que le gustan las chicas es menos que la cantidad de chicos a las que le gustan las chicas. Sencillo.

Y a veces pienso lo siguiente: he nacido mujer, atea (de familia mixta, mitad católica, mitad judía pero soy atea), lesbiana, bipolar. ¡Vaya karma! Vaya uno a saber qué habré hecho en mi vida anterior por lo cual ahora estoy limpiando mi existencia y a mucha honra. Pero a veces, alguna de esas cosas no se torna sencillo. Y sobre todo, lo que no se torna sencillo es la última parte. Lo demás, es un detalle a estas alturas.

Y pienso en el trabajo, en cómo no estoy bien paga, pero sé que tengo que estar agradecida por haberlo mantenido por 6 años y medio y estar en una posición de bastante responsabilidad y poder ser eficiente. Pero así y todo, el hecho de vivir con mis padres me pesa. Y la gente no lo comprende. Y como la salud mental aquí es bastannnte tabú, a menos que seas parte de mis amigos más íntimos, no sabrás lo que me sucede. Ya confié y me lastimaron de forma bastante desagradable. Y también está la otra situación: contar que sos bipolar y que la persona diga: "Ah, mi madre/hermano/etc. es bipolar también" y luego, con el tiempo (porque una no es estúpida), te das cuenta de que es mentira. No hay necesidad.

Me quedé dormida. Nunca me quedo dormida, pero me quedé dormida y me desperté media hora antes de mi clase. Me vestí volando, preparé mis libros, comí una rodaja de pan y salí corriendo. Llegué 10 minutos tarde pero no pasó nada. Debí comprar el almuerzo después y comerlo en el escritorio de la oficina (algo que SÉ que no se debe hacer) cuando volví. Pero últimamente, preparo dos despertadores y sigo durmiendo durante 1 hora más mientras suenan, aún cuando he dormido 7 horas.

Estoy empezando a sentir ese malestar, ese hastío hacia todo, hacia el mundo y la gente en general. Sé que tuve una pequeñísima hipomanía que mi psiquiatra no llegó a ver ni evaluar y como siempre, luego de eso, precede episodio mixto o caída.

Y podría seguir y seguir, total, mientras tanto amanece y no tengo ganas de dormir ni de darme mi baño, ni nada, pero sé que mañana, mal que me pese, trabajo y *debo* irme a la cama.

En fin, la vida de una mujer atea, lesbiana y bipolar. Ah! Y soy vegetariana. Bingo!

Hipo!

Simplemente amanece, miro CSI: NY, no tengo sueño, tengo mil cosas en la mente y hace un rato escuchaba E.S. Posthumus - Nara musicalizando un video de la BBC sobre el planeta Tierra y me sacó lágrimas y me hizo sentir extremadamente viva.

Esto equivale, como vengo sospechando hace varios días y supongo yo, claro, al principio de una ¿dulce? y pequeña hipomanía.
 
De a ratos ese sentimiento de libertad porque todo está bien en la vida.

En otros ese sentimiento de frustración porque no encuentro qué cantar o qué idea realizar en mi producción final para fotografía. Y entonces pienso: "No, 'estoy mixta'". Pero quizás, de tantas ideas en la mente, de tantas canciones, no puedo elegir una. Y es lo más probable. Y de tanta información, estoy retrocediendo en el conocimiento en Foto. No entiendo un carajo. Sinceramente. Me veo recursando Iluminación en el verano para poder entender bien.

Sigue amaneciendo -como si fuera a dejar de hacerlo porque yo lo noto- y sigo pensando en toda las cosas que tengo que hacer, en que debo levantarme a tal o cuál hora, pero que el lunes había dormido 3 horas y media y sin embargo no tenía sueño.

Que nunca tengo ganas de escribir en los blogs, pero ahora sí. Que una cucaracha voladora entró por la ventana de mi casa y me dio pena ver cómo pataleaba patas para arriba en el piso, me dio pena agarrarla con papel y tirarla al inodoro. Pero sobre todo, y ante las bromas de mi padre, que me decía, "cuidado que va a saltar y te va a morder la cola!", me reí y le dije que no me daba asco. Porque no me daba asco.

Hace demasiado calor. Es "primavera", son las 5 y media de la mañana y hay 26 grados.

¿Mencioné que no tengo ganas de irme a dormir?
¿Mencioné que últimamente, me duele el pecho en los horarios más extraños?
¿Mencioné que no fui a mi cita con mi psiquiatra el viernes pasado y ahora debo llamarla para ver cuándo la veo porque, como decía, siento que estoy hipomaníaca?

Sí, lo mencioné. Pero hablo y hablo y no dejo de hablar. Y es cuestión de tiempo que la gente lo note. Estoy más ingeniosa con los alumnos, con la gente en general. Es cuestión de tiempo que pase de "ingeniosa" a "cargosa" o "inadecuada".

¿Por qué tengo que ser tan consciente y no puedo disfrutar de mi hipomanía en paz? Hasta en estos estados soy responsable. Es la historia de mi vida.


Y volví a volver

Y volví a volver. Casi un año después.

Estabilizada. Parece que finalmente dimos en el clavo con la medicación y de a poco a principios de año comencé a sentirme mejor.

También y probablemente tuvo que ver que, al hacerme nuevamente análisis de tiroides (me agotaba caminar dos cuadras al trabajo, por ejemplo y subí 8 kilos en 2 meses), me dieron un hipotiroidismo leve, y después de varios otros exámenes, finalmente mi endocrinóloga decidió que empezara a tomar Levotiroxina. Una dosis pequeñísima. Pero, increíblemente, mi ánimo pareció mejorar. Y es que sí, las tiroides son una de las cosas que se chequean cuando se sospecha un trastorno bipolar. Sólo que las mías siempre estuvieron normales, sin tumores y funcionando tranquilamente. Y, según leí, quizás pueda haber una relación entre las dos enfermedades.

Pero, en fin, la Levotiroxina pareció sacarme de esa eterna y leve depresión de una vez por todas y darme un poquito más de buen ánimo. No bajé de peso, pero tuve algunas mejoras y de a poco, me sentí algo mejor.
Claro, cuando me hago los análisis nuevamente, resulta que mi endocrinóloga se embarazó y no puedo consultar con ella, y el eterno problema con mi cortisol bajo y ya resuelto, vuelve a ser un tema y quien reemplaza a mi médica vuelve a indicarme un nuevo análisis de sangre. Por favor.

Y entonces, mi régimen de medicación ahora es nada más y nada menos que el siguiente (para quien le importe, y al que no, puede saltearse olímpicamente esta listita):


- Levotiroxina 50mg / día por la mañana en ayunas y 1/2 hora antes de comer
- Venlafaxina 75mg / día por la mañana
- Lamotrigina 400mg / día en dos tomas de 200mg por la mañana y por la noche
- Alprazolam 4mg / día en dos tomas de 2 mg por la mañana y por la noche
- Quetiapina 300mg / día por la noche
- Topiramato 100mg / día por la noche

Lindo régimen, ¿no? Es lo que me mantiene coherente y aparentemente sana para caminar entre la gente como una persona normal.

He sido ¿ascendida? a Coordinadora Pedagógica en mi trabajo. Fue algo rebuscada la forma en la que sucedió, pero sucedió al fin y estoy contenta. Debo admitir que me da miedo a veces; miedo de que sea mucho estrés, mucha presión y me pase lo mismo que el año pasado. Pero me gusta lo que hago, el ambiente de trabajo es distinto y mis jefes son muy contenedores.

Ahora, ¿qué me llevó a venir a escribir de nuevo? Claramente, una (o yo al menos) busca escribir cuando algo pasa. Y en este caso, cuando algo pasa en relación al tema sobre el que escribo. Creo que lo que me trajo de vuelta es la época del año, ciertos pequeños síntomas que voy sintiendo de a poco. Ver cómo otras personas, valientemente registran momentos de sus vidas sin esconderse detrás del anonimato, y yo, ni siquiera me atrevo a dar mi nombre de pila, ni nada.

Y últimamente, con la maldita y odiada (por mí) primavera, empecé a sentirme acelerada. Sospechosamente "contenta". Y se lo mencionaba a E. Y E. me decía que no está mal sentirse contenta. Como siempre me lo dijo y me lo dice. Creo que ya lo mencioné una vez. Y yo, que volví a decirle que sé diferenciar el estar contenta del estar "contenta". Es un tipo de "felicidad" o de "exaltación" que, si bien no hace que me sienta mal (todavía), sé que no es normal. Que no es por ninguna razón en particular. Y no es porque la felicidad deba tener una razón, sino porque hay síntomas que una conoce, que con el tiempo una va empezando a detectar desde mucho antes. Una ve venir las cosas con mucha más anticipación a la que puede verlas nuestrxs psiquiatras. Esa sensación de "felicidad/ exaltación/ satisfacción hacia la nada misma" repentina y súbita que hace que seas amable y bondadosa con todo el mundo.... se siente genial, pero no es "normal". Esas ganas de hablar y que quizás te des cuenta de que estás hablando un "poquito" más de lo que solés hacerlo, pero la gente todavía no se anima a decir nada, porque no es "para tanto", se siente genial, pero no es "normal". Y la misma parte que no es buena es la parte que se siente genial. Porque por más que sepamos que estamos yendo hacia arriba en la montaña rusa, sigue sintiéndose genial. Y lo único que haremos es comentarlo a nuestrxs psiquiatras, y eso con suerte. Yo lo hice, pero no sé si E. lo notó. Y E. está de viaje por un mes.

Y luego.... a veces.... Qué decir, soy cicladora rápida. Cicladora *muy* rápida. Supongo que incluso con los minúsculos síntomas se puede ciclar. Con lo cual, en estos días, hubo momentos en los que sentí una profunda tristeza sin razón. Simplemente un temido inicio de depresión en el que, por un momento, hubiera querido que E. no se fuera de viaje. Y digo esto en un momento en el cual he pasado un mes tranquilamente sin ir a sesión. No sé qué pasó. Simplemente fueron un par de días en los que, al estar sola conmigo misma, me sentía triste sin razón. Y luego, aquí estoy nuevamente! Seis de la mañana y con energías! Es común; adoro la madrugada; adoro ir a la cama a estas horas los fines de semana por más que sé el daño que hace al equilibrio mental que tanto se necesita para un bipolar. Pero.... no me drogo, no tomo alcohol, no tomo café (sólo soy adicta a la Coca Cola Light), no fumo, no soy promiscua, no dejo de tomar mi medicación nunca.... Qué tanto... no se puede ser perfecta en todo...

No sé si será parte de este estado de "aceleración anímica" pero he decidido que este blog dejará de ser privado. Y ya. NO están permitidos los comentarios agresivos, y acá y ahora aviso que los borro si así lo quiero. Si no les gusta, no me lean.

Sin otro particular, disfrutaré un ratito más de mi madrugada y supongo que después me iré a la cama con mi inseparable compañera felina.